Para quienes desconocemos en parte el mundo de la decoración y la moda nos es muy fácil confundirnos entre retro y vintage, ambos nos recuerdan a lo antiguo, sin embargo, ciertos detalles los diferencian. Uno de los detallas que los diferencian es que el vintage está compuesto por piezas originales mientras que lo retro está compuesto por piezas fabricadas en esta época con diseños de tiempos anteriores.
¿Qué es retro?
El término retro previene del prefijo latín retro que significa hacia atrás o hacía tiempo pasados, es un prefijo que podemos encontrar en muchas de nuestras palabras, pero, su significado tal cual lo conocemos apareció en Francia tras la Segunda Guerra mundial cuando el gobierno de Charles de Gaulle realizaba reevaluaciones constantes del gobierno.
En 1970 la moda retro alcanzó el cine, mostrando el comportamiento de los civiles franceses durante la ocupación nazi, de esa forma el término se empezó a acuñar para referirse a modas de esa época. Pronto la palabra fue exportada al inglés. Retro también se emplea para los estilos atemporales y clásicos, para tecnologías obsoletas, objetos y actitudes. Hoy en día la moda retro mezcla moda de los 50,60 y 80 con tecnologías actuales para crear un gran ambiente.
¿Qué es vintage?
El término vintage se emplea para referirse a objetos de edad que aún no se catalogan como una antigüedad y que el tiempo les ha mejorado o revalorizado, se emplea para referirse a muebles, vehículos, libros, fotografías, accesorios de vestir, videoconsolas y videojuegos El término proviene del inglés luego que este lo derivara del término francés “vendange” el cual designaba a un buen vino por su edad y calidad.
Diferencias entre retro y vintage
- Vintage son elementos de hace más de 20 años en perfectas condiciones que evocan tiempos pasados.
- Lo retro son productos actuales modificados para lucir como antiguos.
- La moda vintage evoca tiempos pasados para aquellos que han perdido la fe en el modernismo y el progreso.
- Lo retro es para aquellos que disfrutan de lo antiguo sin despreciar las comodidades modernas.